"Esta entrada contiene SPOILERS del anime/manga"
El 31 de octubre a las 23:14, Sukuna cede el control del cuerpo a Itadori. Cuando recobra la consciencia, lo único que tiene enfrente es lo que alguna vez fue el distrito de Shibuya. El páramo es desolador, y la mirada perdida de Itadori apenas puede reconocer el mínimo rastro de urbanidad que dejó la expansión de dominio de Sukuna. Mientras tanto, los recuerdos de todas las personas asesinadas por su marionetista llegan a su mente. Su cuerpo no puede soportarlo, y lo único que puede hacer es gritar hasta que la garganta se desgarre y vomitar hasta que el estómago se vacíe por completo. Itadori quiere morir, suplica su muerte. No obstante, sabe que tiene una misión que cumplir. Él debe seguir peleando.
El arco de Shibuya nos muestra lo que realmente quiere transmitir Gege Akutami en su obra: desesperación. Este conjunto de capítulos funciona de preámbulo para lo que se avecina. Aplaudo la decisión del mangaka de dar un golpe sobre la mesa respecto al uso de personajes, pues no teme en dejar que estos alcancen su máximo potencial incluso si eso les cuesta la vida. Personalmente, algo difícil de lograr si somos apegados a nuestras creaciones.
SATORU GOJO, EL MÁS FUERTE
El personaje de Gojo tiene una reputación en el mundo de la hechicería. Representa el pilar en el lado “correcto” de la balanza. Durante los primeros capítulos del manga se nos pinta como un personaje invencible, e incluso el arco previo nos muestra de lo que es capaz aún siendo un hechicero joven. Dicho lo anterior es fácil hacer la pregunta: ¿qué pasaría si no estuviera? Y con una simple cuestión se desata un sinfín de posibilidades, y es ahí donde cobra fuerza el argumento de este arco.
Akutami sabía que, teniendo a alguien extremadamente fuerte, el cual podría solucionar todo con su mera presencia, entorpecía el desarrollo de su protagonista: Yuji Itadori. Sellar a Gojo es una decisión argumental correcta, pues favorece la participación de otros personajes y permite que cada uno encuentre su momento de gloria en los capítulos siguientes.
La salida de Satoru cambia radicalmente el curso del manga, y claro que no podía irse sin mostrar su poderío, lo que permite darle peso a uno de los antagonistas principales de la serie: Suguro Geto/Kenjaku
LA JUGADA DEL AJEDREZISTA KENJAKU
Kenjaku es el antagonista principal de este arco, pero, a diferencia de otros villanos, su capacidad intelectual es el verdadero rival por vencer. Su participación se limita a mover las piezas en el tablero, usando a Hanami, Jogo y Choso para completar el ritual que encerraría a Gojo. A pesar de que hemos visto un comportamiento similar en otros antagonistas, no es algo fácil de lograr narrativamente. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que solo un personaje bien construido puede darse el lujo de ser espectador de su propio plan y dejar en claro quién es el que manda apareciendo solo cuando sea estrictamente necesario.
Que Kenjaku use el cuerpo de Suguro Geto es impactante. A pesar de que lo vemos desde el inicio del manga, no dimensionamos la importancia de este suceso hasta tiempo después. Satoru Gojo ve sorprendido como el cuerpo de su compañero está siendo controlado, un amigo que se vio obligado a asesinar por sus actos extremistas. Tomamos estos elementos y logramos quebrar a un personaje que creíamos imbatible, y es por eso por lo que Kenjaku escala peldaños en cuanto a construcción de personaje.
Si tenemos a alguien capaz de idear y concretar un plan para desequilibrar el mundo de la hechicería, no hay alguien peor, ¿o sí?
BIENVENIDO DE VUELTA, SUKUNA
Todos los que seguimos la historia sabemos que Sukuna es el villano más roto del manga. Su superioridad en la escala de poder le permite hacer lo que le plazca, y además muestra satisfacción en hacerlo. Su egocentrismo y habilidades casi ilimitadas forman un tándem para que su presencia sea de temer tanto para los personajes como para el espectador.
Desde mi perspectiva, el arco de Shibuya representa un patio de juegos para que Sukuna salga a divertirse. Desde el primer minuto marca presencia y nos regala una de las escenas de acción más intensas de la serie cuando se enfrenta a Jogo y Mahogara. Y, una vez que termina de jugar, se despide con una sonrisa maquiavélica que da paso a un Itadori completamente destruido.
ITADORI, EL HOMBRE MALDITO
Una de las cosas que más llama mi atención de este manga/anime es su Itadori, pues es un personaje que dista mucho de los protagonistas a los que estamos acostumbrados. Su poder como hechicero está muy por debajo de otros personajes. Durante este arco lo vemos alzarse con la victoria ante Mahito, pero a costa de la muerte de Nanami, Nobara, y dejar inhabilidado a Todo.
Me parece interesante que su resiliencia le permita incluso plantarle cara a un Kenjaku con la técnica de manipulación de maldiciones y Uraume, quien se alía con este último para mantener a Gojo encerrado. Como es costumbre, Yuji se vale de mucha ayuda con Choso (que anteriormente trató de asesinarlo) y varios hechiceros de soporte; sin embargo, poco pueden hacer.
Retomando lo anterior, Yuji es un protagonista interesante porque pareciera que Akutami se esfuerza en hacerlo inútil; sin embargo, esa es la misma bondad de su construcción. Nunca se sabe cuándo va a salvar el día por sí mismo o quién va a sacrificarse por ayudarlo, tampoco sabemos cuándo Sukuna va a salir (al menos hasta este punto del anime) y qué hará. Sumamos esos elementos y tenemos a un protagonista que cumple por su desdicha, y por eso es que empatizamos tanto con él.
CONCLUSIÓN
El arco de Shibuya nos cuenta una historia trágica. Nos olvidamos de la estabilidad que nos dejan los arcos anteriores y esperamos que nuestros personajes favoritos no mueran con el pasar de los capítulos. Para mí, este arco significa un antes y un después en la serie y sé que más adelante podría repetir los capítulos sin problema, pues está lleno de momentos épicos que no menciono en esta entrada del blog, pero que merecen analizarse por separado.
Veamos qué nos depara Gege con Yuta Okkotsu en futuros arcos, aunque los lectores del manga quizá tengan mejores referencias de lo que este personaje es capaz.
— J. J.